Los líderes son personas que marcan la dirección a seguir, tienen una visión inspiradora de los proyectos y de la empresa y hacen lo correcto.
Para ir subiendo de cargos es necesario tener habilidades directivas. Los líderes suelen empezar siendo expertos en una función y administrando a las demás personas. Integran el conocimiento colectivo de su equipo para ayudarlos a trabajar mejor, cumplir objetivos y solucionar dificultades. Los líderes tienen grandes capacidades para conectar con su equipo y adaptarse a los cambios.
El profesor de la IMD Business School, Michael D. Watkins afirma que los líderes deben pasar de ser especialistas a ser generalistas. Los buenos líderes son los que comprenden el negocio como forma global, los diferentes componentes de la empresa y no solo se centran en la función que conocen.
Para poder ser generalistas hay que adoptar una mentalidad estratégica. Para empezar a desarrollar esta forma de pensar los expertos recomiendan potenciar 3 habilidades: cambio de nivel, reconocimiento de patrones y simulación mental.
El cambio de nivel hace referencia a la habilidad de detectar cuándo enfocarse en los detalles o cuando en la imagen general.
El reconocimiento de patrones hace referencia a saber detectar relaciones causales y patrones relevantes. Esto quiere decir saber detectar aquello que sea importante para el negocio.
La simulación mental nos lleva a poder anticiparnos al futuro, por ejemplo, lo que harán los competidores, lo que dirán los medios de comunicación o las tendencias en nuestro sector.
Como vemos, con estas 3 habilidades podemos potenciar la mentalidad estratégica y ser más hábiles a la hora de estar pendientes de la empresa de manera global.
